Abstención del PP de Ontinyent a las ordenanzas al no apostar el gobierno local por bajar los impuestos

 

El PP de Ontinyent  apuesta por la bajada de impuestos en beneficio de toda la ciudadanía. Por eso, ante la modificación de las ordenanzas presentada por el gobierno de Jorge Rodríguez , el voto del grupo municipal del PP ha sido  la abstención al considerar que las ordenanzas para el año que viene son de continuidad basándose en la congelación.

Apuntan los populares que “no hay ninguna novedad que pueda suponer una rebaja fiscal para los ciudadanos; que ayude a poder hacer frente a la crisis y la inflación desbocada, con una escalada de precios en la luz, el gas, carburantes y productos básicos que hace que llegar a final de mes o ir a la gasolinera esté más caro que nunca”, afirmó la portavoz popular, Mercedes Pastor, al pleno del  jueves.

El gobierno local, en declaraciones de los populares, ha optado por esta continuidad, por la ‘venta’ de la congelación como un éxito “en un momento en el cual la administración debería de ayudar más a los ciudadanos y la mejor manera es bajando impuestos que afectan a todos como el IBI o el Impuesto de vehículos, cosa que no se ha hecho. Nosotros, desde el PP, apostamos para bajar los impuestos y bajar la presión fiscal que sufren los ciudadanos” comentó Mercedes Pastor en su intervención al pleno de ordenanzas.

La portavoz popular también preguntó en el  pleno por el precio de la tasa de basura, actualmente deficitaria en un 30% asumido por los presupuestos. El año que viene el nuevo sistema de recogida residuos va a suponer un gasto de casi el doble que el actual.

Desde el  gobierno de Rodríguez no esclarecieron qué pasará con la tasa; si tienen pensado cobrar más para futuros ejercicios o si van a seguir asumiendo el elevado coste a cargo del presupuesto.

Por último, Mercedes Pastor hace referencia a otro aspecto importante que tampoco fue contestado por el equipo de gobierno el cual, después de 11 años de gobierno ininterrumpido, continua sin gestionar el tema del valor catastral de urbana que es del año 1987, lo cual genera desigualdades.

Cómo explicó Mercedes Pastor, «pensamos que después de 35 años se tendría que estudiar este tema con profundidad porque de esta manera se ajustaría todo a la realidad y así este ayuntamiento si podría rebajar el gravamen, que está bastante alto, al 0,90 mientras que ciudades como Xàtiva lo tiene al 0,59 en urbana y 0,60 en rústica».

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