Después de 20 años de tramitación, el documento facilita el crecimiento urbanístico, así como el futuro del pueblo.
La Comisión Territorial de Urbanismo de Valencia aprobó el pasado miércoles de forma definitiva el Plan general de Ordenación Urbana de l’Alcúdia de Crespins, a propuesta del Pleno del Ayuntamiento. Después de un procedimiento iniciado en 2003 y con más de 20 años de tramitación en los cuales el Ayuntamiento ha tenido que adaptarse a diferentes legislaciones, finalmente se ha llegado a este buen final.
Para Pepe Garrigós, alcalde de l’Alcúdia de Crespins, es importante ya que se facilita “el crecimiento urbanístico y el futuro del pueblo” y supone en definitiva “una nueva normativa urbanística actualizada a las exigencias actuales y que diseña l’Alcúdia de Crespins del futuro de una forma sostenible y que mejorará la calidad de vida de la ciudadanía, haciendo viable así mismo el crecimiento industrial del pueblo”.
Unas palabras que comparte el vicealcalde, Roberto Granero, quien ha subrayado que se trata de una magnífica noticia que culmina el trabajo de muchos años atrás. Con la aprobación del PGOU definimos el presente y futuro no tan solo urbanístico sino el modelo de pueblo que queremos”.
Por su parte, el regidor de Urbanismo, Jordi Caparrós, ha explicado que esta noticia reúne “después de unos meses de un relevante trabajo de la oficina técnica municipal y de los técnicos redactores del Plan, a efectos de cumplir con las exigencias impuestas por varias administraciones con competencias afectadas por el Plan. Con todo, únicamente restará para aprobar “el catálogo de protecciones patrimoniales, el cual no había dado tiempo a ser informado por el departamento correspondiente de la Consellería de Cultura”.
En cuanto a los puntos principales del nuevo PGOU, en este se aprueba una ampliación del polígono industrial, que se podrá hacer conjuntamente o en tres fases, según las necesidades de suelo industrial. Lo que facilitará la implantación de empresas y creación de nuevos puestos de trabajo.
Además, se protege el río Sants como ‘Zona Humida’, de la cual se preservarán sus valores y se hará accesible para una utilización ciudadana del espacio compatible con los valores ambientales reconocidos.
En el Pla también se prevén las dotaciones públicas (zonas verdes, aparcamientos, parcelas educativas) necesarias para que el futuro crecimiento de la población cuente con todos los servicios necesarios para una adecuada calidad de vida.
Así mismo, se diseñan unidades de ejecución en el Riu Nou, Batà y la Zona de la estación para facilitar la culminación del casco urbano, haciendo las obras de urbanización necesarias para obtener las dotaciones viarias, zonas verdes y equipamientos que faltan por ejecutar, permitiendo así la construcción de nuevas viviendas.
En último lugar, se delimitan los sectores de minimización de impacto territorial, a efectos de permitir que las edificaciones en el suelo no urbanizable, al margen de la disciplina urbanística acabada antes del 20 de agosto de 2014, pueden dotarse de alcantarillado, y acceso peatonal al vial de acceso, para que a esa forma puedan conseguir licencia de ocupación y una plena legalidad.