El Pleno Municipal aprobó ayer por unanimidad la adaptación del proyecto a las últimas exigencias hechas por la Comisión Territorial de Urbanismo.
El Pleno Municipal del Ayuntamiento de l’Alcúdia de Crespins aprobó ayer por unanimidad la adaptación del proyecto del PGE Plano General Estructural a las últimas exigencias hechas por diferentes administraciones públicas, y recogidas en un informe de la Comisión Territorial de Urbanismo de València. Ahora, y después de este importante trámite, desde el consistorio se espera que el Plan esté aprobado y en vigor en un mes y que, finalmente, la nueva ordenación urbanística del municipio sea una realidad después de más de 20 años de espera.
En este sentido, y por lo que respecta a los principales aspectos positivos del documento, como ha explicado el regidor de Urbanismo, Jordi Caparrós, se permite el crecimiento del polígono industrial. Hecho que, sin duda, activará el tejido empresarial del pueblo, puesto que en la actualidad está totalmente colapsado sin que las industrias locales puedan ampliar instalaciones o venir nuevas. De esta forma, se fomentará que “las inversiones industriales vengan al pueblo, a un suelo muy urbanizado, conectado al alcantarillado, en un emplazamiento adecuado desde la perspectiva territorial y del paisaje”, ha señalado Caparrós.
Así mismo, el PGE contempla la protección de todas las zonas forestales y de mayor valor agrícola, así como toda la zona húmeda del río y prohíbe la edificación a sus alrededores.
Al mismo tiempo, y en cuanto a la actualización de la normativa urbanística de la zona urbana residencial se crearán Unidades de Ejecución realistas que permiten la finalización de las obras de urbanización en el Riu Nou, antiguo campo de fútbol y Batà. La normativa urbanística para la concesión de licencias de obras será más completa y coherente.
Además, como ha avanzado el alcalde, Pepe Garrigós, en el nuevo documento se cuenta con un Catálogo de protecciones, entre las cuales destaca la red histórica de conducciones subterráneas de agua del Batà para alimentar la industria local y del núcleo histórico del pueblo, a la vez que se disminuye el suelo urbanizable residencial para quitar las unidades de zonas inundables y adaptarlo a las necesidades reales del pueblo.
Finalmente, Garrigós, ha incidido en otras novedades introducidas, como son: la previsión de forma exprés de la estación de tren Inter modal para hacer de ella un instrumento útil de conexión sostenible, rápida y cómoda en Valencia. No se autorizará la implantación de instalaciones de generación de energía solar fotovoltaica y únicamente estará permitida la instalación de autoconsumo. Se delimita de forma exacta y acuerdo con la ley los solo donde se tendrán que poner las nuevas dotaciones educativas (primaria e instituto) cuando el crecimiento de la población así lo pida y, por último, delimita las viviendas irregulares al suelo no urbanizable.