El certamen alcanza récord de presentación de originales llegando a los 40.
El veredicto del 29 Premio de literatura erótica de la Vall d’Albaida llegó puntual en un gala amenizada y producida por Ad Libitum. Así, el acto de entrega tuvo lugar en Castelló de Rugat y añadió el nombre de la escritora y periodista Lourdes Toledo Lorente en el palmarés del certamen literario.
Diplomada en Magisterio y forjada en la enseñanza de lenguas y en el ámbito docente, suma casi treinta años de experiencia como periodista con tareas como redactora, corresponsal y coordinadora de distintos medios de comunicación.
Adicionalmente, en el sector editorial, ha coordinado campañas de promoción de novedades y de la lectura y ha ejercido la traducción. Además, Oficios valencianos (Bromera, 2008) marcó el inicio de su trayectoria literaria galardonada ya con reconocimientos como el 20 Premio de ensayo de la Mancomunitat de la Ribera Alta por ‘América adentro’ o, en la misma modalidad, en 2020 por ‘La inquietud’.
Supuso un récord de participación con un total de 40 originales.
El jurado presidido por Betina Alcaraz , con la elección de la obra ganadora fue unánime entre sus integrantes ,que también destacaron otros cuatro textos finalistas ‘Manual de instrucciones de un sugar baby’, ‘Tú no deberías gustarme’, ‘El juego del agua’ y ‘Y yo, amor mío’.
Alcaraz estaba acompañada por otras seis mujeres como la galardonada en la pasada edición, Anna Rubio, o Vicenta Tasa, de la Académica valenciana de la Lengua. La subdirectora de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rosa Codonyer y Núria Monllor en representación de Edicions Bromera también integraban un jurado completado por miembros de entidades de la Vall d’Albaida como Imma Cambra, de la junta directiva del IEVA, y de Pilar Belda, de Covalba.
El consejero de Cultura en funciones de la Mancomunitat de municipios de la Vall d’Albaida, Fede Vidal, que ejerció de secretario del jurado, advertía que “aunque el género erótico cuenta con buena salud, el premio más relevante de la Vall d’Albaida puede estar en peligro si los gobernantes que entran en las instituciones hacen realidad la voluntad de reducir la ayuda al fomento de nuestra lengua”; por eso, concluía asegurando que “el valenciano es de todas y todos y no puede ser objeto político” y deseó que el galardón “continúe por muchos años y no se pierda por intereses partidistas”.