El desfile en la jornada de sábado con la participación de 1.300 personas fue el acto central de un fin de semana que el alcalde destacaba que “ya es historia de la ciudad”
Ontinyent ha vivido este fin de semana una celebración histórica y multitudinaria para conmemorar la declaración de sus fiestas de Moros y Cristianos como Fiestas de Interés Turístico Internacional. Con una programación especial impulsada por el Ayuntamiento y la Societat de Festers del Santíssim Crist de l’Agonía, un numeroso público asistía a los diferentes actos organizados, que tenían su momento álgido con el desfile extraordinario en la que participaban 1300 persones sábado por la tarde, que llenaba a tope el recorrido entre la Avenida Daniel Gil y la Plaça Major, donde se interpretaba la marcha mora “Ximo”.
Antes de esta interpretación, el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, y el presidente de la Societat de Festers, Ricardo Calabuig, dirigía unas palabras a los festers, festeres y público asistente . Antes, Calabuig destacaba el hito histórico como “fruto del esfuerzo colectivo de una ciudad que empieza una nueva etapa que continuará elevando la fiesta a cotas más altas”.
El alcalde tenía especiales palabras “para personas como José Rafael Sanchis, el presidente de la Societat de Festers que inició este camino, al siguiente presidente, Vicent Pla Vaello, que lo continuó y con el que lo conseguimos, también de la mano de la regidora de fiestas Àngels Muñoz, y para el actual presidente, Ricardo, que se ha dejado la piel para que hayamos podido disfrutar de este día, que va a formar parte de las páginas de la historia de nuestra ciudad”.
La regidora de Fiestas, Àngels Muñoz, destacaba el esfuerzo conjunto para hacer realidad la celebración, destacando que “han sido muchas semanas de trabajo intenso, tanto de la Societat de Festers como del Ayuntamiento.
La programación arrancaba el pasado viernes con una ponencia a cargo del festero Moromarino Rafa Gandía Borreda en el salón de actos de la Societat de Festers, abordando el fenómeno del interés turístico antes de que las fiestas fueron reconocidas oficialmente, retomándose la programación sábado por la mañana con una mesa redonda con expresidentes de la Societat de Festers, que reflexionaban sobre los retos y la evolución de la fiesta a lo largo de los años.
El acto central llegaba el sábado por la tarde con un gran desfile extraordinario, que recorría la avenida Daniel Gil hasta la Plaça Major, ofreciendo una completa representación de la esencia fiestera, con bloques temáticos de comparsas desaparecidas, la Entrada de Bandas con homenaje al Maestro Ferrero, las espectaculares Entradas Mora y Cristiana, las Embaixades, la Bajada de Cristo y otros actos emblemáticos como el Contrabando o la Publicación. Especialmente emotiva era la participación de los cargos de las últimas décadas, que en muchos casos no podían reprimir las lágrimas al bajar por la Avenida Daniel Gil. Acto seguido, todas las bandas interpretaban de forma conjunta en la plaça Major la marcha mora “Ximo”.
Finalmente, el domingo, los pies de la muralla norte de Ontinyent acogían representaciones históricas con el Contrabando, el Ball dels Contrabandistes, les Ambaixades Mora i Cristiana y el Ball dels Llauradors.