La “Ruta dels Molins”, de dificultad baja, identifica y pone en valor estos elementos como origen de la industria textil de la zona, y es uno de los proyectos finalistas de “Ontinyent Participa” 2022.
Los ayuntamientos de Ontinyent y Bocairent cooperan en la inminente puesta en marcha de una nueva ruta senderista, la “Ruta dels Molins dels barrancs dels Tarongers i de la Fos”, que atraviesa parte de los términos de ambas localidades, y que pone en valor 12 molinos hidráulicos de los siglos XVIII y XIX existentes entre los dos términos, como elementos claves en el origen de la industria textil a la zona.
Los alcaldes de ambos municipios, Jorge Rodríguez i Xavier Molina; la regidora de Turismo de Ontinyent Sayo Gandia; y la propuesta de este proyecto en “Ontinyent Participa 2022” ( donde resultó finalista) en base a su trabajo de Final de Máster ,Irene Ribera, participaban este jueves en la presentación a los medios del recorrido.
Contará con señalización horizontal; postes de seguimiento de madera; mobiliario y paneles donde se podrá acceder a códigos QR para descargar la ruta; folletos informativos en valenciano, castellano e inglés; y acceso a contenidos multimedia.
Los alcaldes de Ontinyent y Bocairent coincidían al destacar la importancia de la cooperación entre administraciones, que, en palabras de Jorge Rodríguez, “son una muestra de que los límites entre poblaciones se difuminan en la hora de hacer frente a objetivos comunes, en este caso optimizar este espacio que va a ser un recurso turístico más.”, señalaba.
Xavier Molina, por su parte, mostraba su alegría “por poder colaborar en un proyecto que es un nuevo ejemplo de colaboración entre los dos municipios, que ya hemos encontrado espacios de cooperación en otros ámbitos como el empresarial, ahora con una actuación patrimonial de mucho interés, un nexo de unión de los dos municipios vinculado al inicio de la tradición textil. Un proyecto que también tiene interés como muestra de transferencia del trabajo académico universitario a la sociedad”, manifestaba.
Sayo Gandia explicaba que el nivel de dificultad de la ruta es bajo puesto que “no se plantea como un espacio de actividad deportiva sino como un paseo natural que transita por parajes de alto valor ecológico y medioambiental que permite descubrir el pasado del textil en la comarca y poner en valor estos molinos y el entorno donde se encuentran”.