La escultura «En defensa de la vida», de Inmaculada Abarca, se ha colocado en la Avenida Corts Valencianes cerca de la Casa Blanca.
Este martes ha tenido lugar en Xàtiva el acto institucional en homenaje a las víctimas de la guerra civil y del franquismo que se ha celebrado en la Avenida Corts Valencianes, y donde se ha inaugurado la escultura «En defensa de la vida», de la artista Inmaculada Abarca.
La pieza se encuentra situada cerca de la Casa Blanca, escenario donde se perpetraron un número importante de los asesinatos durante la dictadura por parte del bando franquista. Entre las 81 víctimas se encuentran vecinos de Xàtiva pero también otras localidades como Llocnou d’en Fenollet, Manuel, el Genovés, Gandía, Ontinyent, Beniatjar, Alcoy, Alcúdia de Crespins, Montesa, Vallada e incluso Sevilla. Entre estas personas se encontraba el último alcalde de la República en Xàtiva, Jovino Fernández.
La escultura, con una altura de unos 4 metros, está realizada en acero corten. Los rostros forman una especie de corona que responde al título de la obra, con ramas que parecen surgir de la tierra y establecen una relación de protección. Todas las piezas van sujetas y, a pesar de que no se podrá acceder al interior, los visitantes pueden hacerse fotos con ella para, en palabras de la autora «activar la escultura y la memoria del recuerdo de todas estas personas que desaparecieron». También se podrán encontrar placas con los nombres de las personas represaliadas.
El acto ha contado con la actuación de Miquel Gil, y en él han intervenido la regidora de Memoria Histórica Raquel Caballero, la portavoz de los familiares homenajeados Ana Chàfer, la autora de la escultura Inma Abarca, el diputado de Memoria Histórica de la Diputación de València Ramiro Rivera y del alcalde de Xàtiva Roger Cerdà.
«Xàtiva tiene desde hoy un nuevo espacio memorial, con una escultura que une arte y memoria, recordando las vidas de más de 80 personas injustamente asesinadas por la barbarie de una ideología totalitaria que extendió el terror más allá de la guerra», ha declarado el alcalde de Xàtiva Roger Cerdà, quien ha añadido que «los representantes públicos estamos obligados a educar sobre las causas, las consecuencias y la dinámica de los delitos de odio, así como a fortalecer la resiliencia de los jóvenes contra las ideologías totalitarias».
Para finalizar, se han colocado a los pies de la escultura tres coronas de laurel, junto con numerosas flores que han sido depositadas por parte del público asistente.
Espacio al cementerio
Otro espacio para la memoria que también estará terminado en los próximos días es el de la escultura destinada al cementerio municipal para honrar a las personas que fueron fusiladas durante el franquismo y lanzadas a fosas comunes tanto en Xàtiva (a raíz del bombardeo de la estación y después de la guerra), como en Paterna.
Esta segunda escultura también cuenta con una alegoría vegetal y se titula «Sempre viva», haciendo alusión al surgimiento de una flor que se mantiene siempre viva a pesar de estar seca, para poder seguir creciendo.
